Kutxi Romero (vocalista y letrista de Marea): “El rock nunca ha sido una música popular, ni está en la punta de lanza de la cultura de este país”
La banda navarra, Marea, llega a Canarias de la mano de New Event los próximos días 3 y 4 de noviembre para presentar en Gran Canaria (Gran Canaria Arena) y Tenerife (Parking del Palmetum) su último trabajo ‘Los Potros del Tiempo’, dentro de la gira “Sin Riendas 2023”, que les ha llevado a recorrer los principales escenarios de España. Las entradas aún se pueden conseguir en las páginas webs de newevent.es, enterticket.es, y entradas.com.
– Aterrizan en Canarias dentro de la gira “Sin Riendas 2023”, que iniciaron el pasado 13 de mayo en Barcelona, ¿Cómo está siendo la experiencia?
La verdad es que siempre nos ha ido bien. Incomprensiblemente el público siempre ha venido a vernos. Incomprensiblemente porque llevamos 30 años haciendo la misma canción, con los mínimos cambios imprescindibles. El mismo disco, le cambiamos la portada y no mucho, pero sí lo suficiente para que sepan que es algo reciente, que no nuevo. Yo siempre pensé que esas personas que se iban añadiendo a las giras se darían cuenta de que ya estaba bien, pero no, incomprensiblemente en esta gira todavía está viniendo más gente que en otras, con lo cual en esas estamos, sorprendidos, pero contentos.
– ¿Cuál es la clave para mantenerse 30 años con el mismo tipo de música o con la misma canción?
No tengo ni idea. Supongo que la honestidad. Ser honestos, transparentes. Lo que me pasa a mí por ejemplo con Fito, que aparte de su calidad musical innegable, transmite honestidad en lo que hace. Tú ves a Fito y te lo crees, porque es verdad.
El público es difícil de engañar, en contra de lo que piensan los grandes empresarios y el tejemaneje de la industria.
– En el espectáculo no faltarán clásicos del repertorio de Marea, pero también presentarán su último trabajo ‘Los Potros del Tiempo’. ¿Qué podemos destacar de este trabajo?
Es un milagro que haya sucedido. El hecho en sí de que hayamos sacado un nuevo disco es algo totalmente increíble, siempre y cuando nosotros no hemos tenido ningún tipo de proyecto, más que el ir viviendo. De hecho, mis sueños musicales ya los cumplí con el primer disco que sacamos hace 25 años. He cantado con todos mis ídolos de adolescente, he hecho giras con ellos, la vieja guardia nos ha aceptado y nos ha puesto la espada en el hombro. No tengo ningún sueño musical por cumplir, por lo que todos los días es un regalo.
Quien no tiene ambición, no puede fracasar, por lo que en mi caso es imposible el fracaso, porque no espero nada. Todo lo que venga es porque tiene que pasar.
– Llevan más de 25 años en la música y lo han celebrado con un documental. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Cuál es la clave para mantenerse tantos años en una industria tan difícil como la musical?
Es muy fácil de decir, y muy difícil de practicar. La clave para durar tantos años está en cuidar las 22 horas que pasas debajo del escenario. La gente se ocupa de las dos horas del concierto, pero no, hay que ocuparse de las horas que se pasan fuera del escenario. Lo de encima del escenario ya está ahí de por sí. Nosotros en cuidarnos somos muy buenos. Cuidamos y nos cuidamos en ese tiempo que está fuera de lo musical, para que lo musical sea impecable y gozoso. No sacrificamos nada de lo personal para la parte musical.
– ¿Cómo ha sido la evolución musical de la banda desde sus comienzos a finales de los 90, y a dónde se dirigen sus pasos?
El día que evolucionemos te lo cuento (risas). Se toca un poco mejor, porque de tanto darle perico al torno al final se toca con un poco más de gracia. El exceso de trabajo no justifica la falta de talento.
– ¿Es difícil que se mantenga un género no tan mayoritario como es el Rock, más aún compitiendo con otros que atraen más a la gente joven como la bachata o el reggaeton?
El rock nunca ha sido una música popular, ni está en la punta de lanza de la cultura de este país. Al rock lo llevan enterrando desde los 70. Sí que es verdad que quizás ahora sea de las épocas en las que el rock está en sus horas más bajas.
También es verdad que las generaciones cambian, que el mensaje está en otro tipo de música, y si yo tuviera 17 años no buscaría el mensaje en un señor de 50 que no tiene nada que decirme, ni qué aportarme. Entonces, les entiendo. No me gustan las nuevas músicas, ni los nuevos rollos, pero a mí tampoco me gustaban las de mis padres. Así que me parece normal.
– ¿Cómo está siendo la experiencia de compartir escenario con la banda Bocanada?
Bocanada es de la familia, así que está siendo maravilloso. No hace falta que hablemos de nada, porque nos conocemos de toda la vida. Somos perros viejos del Rock & Roll. El cantante es mi hermano, el guitarrista es mi primo, mi otra hermana lleva el merchandising…viajamos con la familia, parecemos un carromato ambulante de zíngaros. Tendríamos que haber llamado a esta gira “endogamia borbónica” (risas).
– ¿Qué sueño le queda por cumplir a Marea?
Pues que sigamos siendo compañeros de viaje no en lo musical, sino en la vida. Nuestro sueño es seguir juntándonos los cinco con las familias, los niños y los nietos, y que nos contemos las batallas de cuando éramos jóvenes y rebeldes. La única ambición es seguir cuidándonos y estando juntos. De hecho, Marea va a existir mientras estemos en condiciones de tocar todos juntos. No se nos pasa por la cabeza, ni lo más mínimo, que haya un sustituto en algún momento. Seremos los cinco o no seremos.
– ¿Qué le decimos al público canario para que vayan a verles?
Marea muere y resucita todos los días, así que esos días aprovechen para vernos, porque puede ser que al día siguiente no resucitemos (risas). Cada concierto es el último siempre.
Los conciertos de Marea son como las cuevas de Altamira, cinco neandertales haciendo música en peligro de extinción. Probablemente seamos los últimos de una estirpe, de una forma de hacer rock que inició Rosendo con Leños, lo siguió Barricadas, Los Suaves, Platero y tú, Extremoduro y nosotros, que fuimos los últimos de esa hornada. Si te das cuenta, todos esos nombres o grupos que he citado ya no existen, ni se van a subir más a un escenario. Por lo tanto, somos los últimos que llevamos el fuego y el pebetero de esa forma de hacer rock.
– ¿Cómo es recibida la banda por el público canario?
Hemos estado muchas veces y nos reciben estupendamente. Tenemos muchos amigos ahí que nos llevan un ron miel maravilloso. Nos llevan a unos bochinches semiclandestinos que flipamos, playas en las que poder exhibir nuestros cuerpos hercúleos desnudos… Maravilloso.